Ser Simplemente Un Testigo
Esto es una técnica corporal. Buda utiliza la respiración; los taoístas usan el hara. A este centro del ombligo lo llaman hara.
Uno lo destapa, lo descubre, a través de su testimonio. Lo básico, lo esencial, es atestiguar. Se puede usar con muchísimas técnicas.
En la tradición china taoísta tienen un método que se conoce como tai-chi. Es un método de centramiento, un método para atestiguar. Dicen haz lo que quieras pero mantente consciente del centro del ombligo. Al andar, sé consciente del centro del ombligo. Al comer, sé consciente del centro del ombligo. Al luchar, sé consciente del centro del ombligo. Haciendo lo que estés haciendo, sé consciente del centro del ombligo. Y de nuevo, si eres consciente del ombligo, no puedes pensar. En cuanto empiezas a pensar, no podrás seguir siendo consciente del ombligo.
Pero la mente se puede cambiar. El tantra dice que hay siete centros y la mente puede pasar a cualquier centro. Cada centro tiene una función diferente. Si te concentras en un centro determinado, te conviertes en un hombre distinto.
En Japón había una agrupación militar, igual que los kshatriyas en India, que reciben el nombre de samuráis. Están adiestrados para ser soldados, y su primer adiestramiento consiste en llevar la mente cinco centímetros por debajo del ombligo. En Japón este centro recibe el nombre de hara. Los samuráis son adiestrados para llevar la mente hara. A menos que un soldado sea capaz de llevar su mente y enfocada en el hara, no se le permitirá luchar, y esto está bien. Los samuráis son los mejores luchadores que ha habido sobre la tierra, los mejores guerreros; en el mundo no hay nada comparable con un samuray. Es un hombre distinto, un ser distinto, porque su enfoque es diferente.
Dicen que cuando estás luchando el tiempo no existe. La mente necesita el tiempo para funcionar; la mente calcula. Si te atacan y tu mente piensa en cómo planear, habrás fallado, habrás perdido. No hay tiempo. Debes actuar sin tiempo, y la mente no puede funcionar sin tiempo, necesita tiempo. Por corto que sea, pero necesita tiempo.
Debajo del ombligo hay un centro, el hara, que funciona atemporalmente. Si el luchador está enfocado en el hara mientras lucha, su lucha será intuitiva, no intelectual. Antes de que le ataquen, él ya lo sabe. Es una sensación sutil en el hara, no en la cabeza. No es una interferencia, es telepatía psíquica. Antes de que tú le ataques, antes de que pienses en atacarle, él ya ha recibido este pensamiento. Esto golpea su hara y él está preparado para protegerse. Incluso antes de que ataques, ya está a la defensiva, ya se ha protegido...
Osho- El Libro del Hara
Cap. 10 Técnicas de Meditación
Págs. 232,233
Esto es una técnica corporal. Buda utiliza la respiración; los taoístas usan el hara. A este centro del ombligo lo llaman hara.
Uno lo destapa, lo descubre, a través de su testimonio. Lo básico, lo esencial, es atestiguar. Se puede usar con muchísimas técnicas.
En la tradición china taoísta tienen un método que se conoce como tai-chi. Es un método de centramiento, un método para atestiguar. Dicen haz lo que quieras pero mantente consciente del centro del ombligo. Al andar, sé consciente del centro del ombligo. Al comer, sé consciente del centro del ombligo. Al luchar, sé consciente del centro del ombligo. Haciendo lo que estés haciendo, sé consciente del centro del ombligo. Y de nuevo, si eres consciente del ombligo, no puedes pensar. En cuanto empiezas a pensar, no podrás seguir siendo consciente del ombligo.
Pero la mente se puede cambiar. El tantra dice que hay siete centros y la mente puede pasar a cualquier centro. Cada centro tiene una función diferente. Si te concentras en un centro determinado, te conviertes en un hombre distinto.
En Japón había una agrupación militar, igual que los kshatriyas en India, que reciben el nombre de samuráis. Están adiestrados para ser soldados, y su primer adiestramiento consiste en llevar la mente cinco centímetros por debajo del ombligo. En Japón este centro recibe el nombre de hara. Los samuráis son adiestrados para llevar la mente hara. A menos que un soldado sea capaz de llevar su mente y enfocada en el hara, no se le permitirá luchar, y esto está bien. Los samuráis son los mejores luchadores que ha habido sobre la tierra, los mejores guerreros; en el mundo no hay nada comparable con un samuray. Es un hombre distinto, un ser distinto, porque su enfoque es diferente.
Dicen que cuando estás luchando el tiempo no existe. La mente necesita el tiempo para funcionar; la mente calcula. Si te atacan y tu mente piensa en cómo planear, habrás fallado, habrás perdido. No hay tiempo. Debes actuar sin tiempo, y la mente no puede funcionar sin tiempo, necesita tiempo. Por corto que sea, pero necesita tiempo.
Debajo del ombligo hay un centro, el hara, que funciona atemporalmente. Si el luchador está enfocado en el hara mientras lucha, su lucha será intuitiva, no intelectual. Antes de que le ataquen, él ya lo sabe. Es una sensación sutil en el hara, no en la cabeza. No es una interferencia, es telepatía psíquica. Antes de que tú le ataques, antes de que pienses en atacarle, él ya ha recibido este pensamiento. Esto golpea su hara y él está preparado para protegerse. Incluso antes de que ataques, ya está a la defensiva, ya se ha protegido...
Osho- El Libro del Hara
Cap. 10 Técnicas de Meditación
Págs. 232,233
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