MÙSICA

lunes, 26 de octubre de 2009

No importa la edad; el sexo no tiene nada que ver con la edad.

Puede desaparecer en cualquier momento o no desaparecer ni siquiera cuando estás con un pie en la tumba. Todo depende de si tu vida es un fenómeno horizontal o también vertical.La verticalidad puede darse en cualquier momento, sobre todo en quienes practican la meditación. Puedes empezar a moverte de una forma de la que no es capaz ningún otro animal, salvo unos cuantos hombres. Por desgracia, tengo que decir «unos cuantos hombres», porque, intrínsecamente, todo hombre es capaz de traspasar el sexo.
Pero la gente piensa que el sexo es la vida, que en cuanto desaparece no tiene sentido seguir viviendo. El sexo es para ellos el significado, la sal de la vida. Son las personas más pobres del mundo, las que no han conocido nada sino lo más bajo y jamás han alzado los ojos hacia las estrellas.
«Un hombre se hace viejo cuando no puede aceptar un sí por respuesta.»
Así que no te preocupes... A los treinta y un años de edad eres un viejo sabio. Y la belleza de un viejo sabio es inmensamente valiosa en comparación con la estupidez de cuantos son simplemente jóvenes. Los jóvenes hacen el tonto; a esa edad es raro ser capaz de salir de esa estupidez que llamamos juventud.
Tú eres exactamente lo que me gustaría que fuera todo sannyasin. Este lugar es un lugar para la transformación, y la única energía de la que dispones para transformarte es el sexo. El sexo es la fuerza básica de tu vida. Si la transformas en formas más elevadas, desaparecerá de sus manifestaciones más bajas. Pero no te vas a perder nada; en cada estado más elevado la energía te proporcionará más dicha. Cuanto más se eleve... será como una oleada de dicha. Te sentirás orgásmico en todas y cada una de las fibras de tu ser. El orgasmo sexual te parecerá un eco lejano, como algo experimentado en un sueño, como un recuerdo.
Osho

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